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Asistencia Técnica 2. Inclusión y Educación Financiera

Del 15 al 16 de marzo de 2022
Formato Digital

 

Eventos 2022

Día 1

La primera sesión se centró en los Programas de inclusión y educación financiera en los bancos centrales de América Latina y el Caribe (ACL). Para ello, en 2014 se realizó una encuesta donde se exploró cómo se encuentran los bancos centrales y superintendencias de la región. Del ejercicio anterior se determinó qué se estaba realizando y cuáles eran las sinergias que se podían tener como entidades líderes en estos temas. Dicha encuesta fue actualizada en 2016 y para 2020 se tenía planeado volver a realizarla, sin embargo, la pandemia por COVID-19 la frenó. Debido a esto se tiene pensado llevar a cabo nuevamente la encuesta en 2022 y 2023 con la finalidad de obtener información pospandemia.

Inicialmente, se obtuvo información sobre los contenidos, objetivos, los coordinadores de las estrategias nacionales de educación e inclusión financiera, el público objetivo, los canales de difusión y los servicios ofrecidos. En la actualización se obtuvo información sobre los nuevos programas, avances de las estrategias nacionales, el perfil de las personas que trabajan en los Bancos Centrales, principales fortalezas y debilidades, entre otros.

Dentro de las dependencias se trabaja de manera coordinada con los ministerios de educación y, en menor grado, con organismos como la superintendencia y los ministerios de Finanzas y Economía, entre otras instituciones. Dentro de los principales programas ofrecidos por los bancos centrales destacan los siguientes: talleres de educación económica y financiera, portales educativos enfocados en educación financiera, capacitación a docentes, cursos dirigidos a estudiantes y profesores, material educativo, visitas guiadas al banco central o museos propios, días y semanas de educación económica y financiera, concursos, obras de teatro, festivales, ferias y charlas en escuelas y universidades. Entre los objetivos de los programas se encuentran los siguientes: mejorar la efectividad de la política monetaria, mejorar el manejo de las finanzas del hogar, promover el ejercicio pleno de una ciudadanía crítica y participativa, aumentar la equidad social, incrementar la percepción de derechos y responsabilidades, tener una mayor inclusión financiera, entre otros.

Los Bancos Centrales y Superintendencias de ALC desempeñan un papel fundamental en los programas de educación e inclusión financiera en la región. Así mismo, en el corto y mediano plazo se planean consolidar programas de estos temas, y se tiene también una mayor participación de los bancos centrales en ellos. Por otro lado, las superintendencias presentan una mayor participación en los programas de inclusión que en los de educación financiera. Finalmente, los investigadores de los bancos centrales y las superintendencias y autoridades reguladoras también están trabajando en estos temas.

La segunda sesión estuvo dedicada a las dimensiones de la inclusión financiera en América Latina y el Caribe, donde se mostró el microscopio global de 2020 con un panorama muy amplio sobre cómo se encuentran 55 países. Esta evaluación se realizó mediante cinco dimensiones: política y apoyo del gobierno, estabilidad e integridad, productos y canales, protección al consumidor e infraestructura. En la primera dimensión se encuentran las estrategias nacionales, la educación financiera y digital, y la digitalización de los pagos del gobierno. Justo aquí es en donde se enfocan los bancos centrales para impulsar la educación financiera en todos los países. Dentro de la dimensión de estabilidad e integridad se encuentran los requisitos de entrada al mercado, requisitos de operación, diligencia debida, capacidad de supervisión y seguridad cibernética. En la dimensión de productos y puntos de venta se encuentran dinero electrónico y cuentas simplificadas, crédito, servicios emergentes, seguro inclusivo y puntos de venta. En la dimensión de protección al consumidor están los usuarios de servicios financieros, los usuarios de seguros y la protección de datos. Finalmente, en la dimensión de infraestructura se tiene la infraestructura de pagos, conectividad, identificación digital e información crediticia.

En el caso del Ecuador, las autoridades respondieron a la crisis de COVID-19 alentando a los prestamistas no bancarios a llegar a acuerdos con los prestatarios. Desde finales de mayo del 2020 se otorgaron créditos a las pequeñas y medianas empresas, para cubrir los gastos operativos y de nómina, y también se observó que el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), identifico a los beneficiarios de las transferencias de efectivo, mediante los mapas de pobreza existentes y su base de datos de registro social. Los cambios desde 2019 fueron promovidos por mejoras en el sistema de procesos de verificación e-KYC (Conoce a tu cliente, por sus siglas en inglés, son requisitos proporcionales de verificación de identidad), a través del Directorio General del Registro Civil, Identificación y Certificación. Por otra parte, durante el COVID-19 las transferencias digitales y monederos electrónicos se incrementaron.

En la tercera sesión se habló de la Experiencia de inclusión y educación financiera en Perú. De acuerdo a la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), la inclusión financiera se define como el acceso y uso de servicios financieros de calidad por parte de todos los segmentos de la población. Impulsarla implica que más personas y empresas puedan cumplir sus planes, desarrollarse y crecer, con lo cual se reduce la pobreza y la población mejora su bienestar social y económico.

La inclusión financiera es un concepto con dimensiones de acceso, uso y calidad. En Perú, en el marco de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), se creó en 2014 la Comisión Multisectorial de Inclusión Financiera (CMIF), adscrita al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). En agosto del 2019, la ENIF se convirtió en política nacional, denominándose Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF), a cargo del MEF y con el objetivo de contribuir al desarrollo económico descentralizado e inclusivo. Dicho proceso se lleva a cabo con la participación del sector público y privado, y en el marco de la preservación de la estabilidad financiera. Entre sus objetivos está el atender a la población con bajo nivel de acceso a servicios financieros, y que éstos sean de calidad. La CMIF está integrada por el MEF (ente que la preside), la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y otros ministerios, así como por la SBS, la Superintendencia de Mercado de Valores (SMV) y el Banco de la Nación (BN). En el 2019 el Banco Central (BCRP) pidió ser excluido de la CMIF, debido a que su permanencia en ella implicaba rendir cuentas sobre los avances al MEF, y consideró que podría interferir con su autonomía. El BN participa en la CMIF dado que, como parte de sus funciones, brinda servicios de bancarización y educación financiera a las zonas más alejadas o menos pobladas del país, atendiendo grupos en situación de exclusión, pobreza y vulnerabilidad. El BN cuenta con una amplia red de oficinas a nivel nacional y, en algunas zonas geográficas, constituye la única oferta de servicios bancarios dado que no llega el sector privado.

En mayo del 2021, se aprobó el Plan Estratégico Multisectorial de la Política Nacional de Inclusión Financiera (PEM). Este contiene 30 medidas de política, que incorporan enfoques interculturales, territoriales, de género y condiciones de accesibilidad de manera transversal. Los hitos se desagregan de manera periódica para alcanzar su propósito, con un horizonte que va hasta el año 2030. El PEM se ha dividido en las siguientes categorías: desarrollo de sistemas de información, incremento de la infraestructura en telecomunicaciones, ampliación de canales de acceso, desarrollo de productos y servicios financieros y mejora del nivel de educación financiera del sector público y privado. También incluye a las ONG.

En la bancarización, el avance del crédito ha sido importante en el contexto de crecimiento económico que viene mostrando Perú, gracias a políticas de mercados abiertos, de seguridad para las inversiones y generando empleos y crecimiento económico. Además, se observa que la ratio de bancarización ha crecido, pues en 2013 se encontraba en 28.2% y para 2021 se encontraba en 44.1%. Asimismo, los deudores de consumo en 2013 alcanzaron los seis millones, con tres millones de micros y pequeñas empresas (MYPE). Es importante destacar dos acontecimientos en el cambio tecnológico que ha promovido la inclusión financiera, comenzando por el desarrollo de cajeros corresponsales a partir de 2005, donde se dieron unas leyes para favorecerlos, permitiendo que las entidades financieras tengan un mayor alcance y a costos menores. Lo anterior se dio en lugar de establecer cajeros mecánicos automáticos o con la apertura de nuevas oficinas. En segundo lugar, el desarrollo de billeteras electrónicas y la transformación digital, lo cual ha permitido que las entidades financieras tengan mayor alcance y eficiencia operativa.

 

Día 2

La primera sesión del día estuvo dedicada al Banco Central de la República Argentina (BCRA), y a la promoción de la educación financiera con una perspectiva federal. Se comentó que en 2018 el BCRA, en colaboración con el Banco de Desarrollo de América latina (CAF), realizó encuestas de capacidades financieras con el objetivo de mejorar y cerrar las brechas entre los grupos poblacionales. También se realizaron correcciones metodológicas para hacer comparable al indicador con todos los países que tenían encuestas similares. Estas encuestas evidenciaron distintos problemas que apuntan a la necesidad de dar mayor impulso a la educación financiera.

Los programas de educación financiera iniciaron en 2007 con distintas actividades, como una feria del libro en donde se presentaban temas del banco central, tales como macroeconomía, supervisión de bancos y temas de educación financiera, los cuales se impartían mediante juegos, obras de teatro, entrega de cuentos, folletos, y materiales como rompecabezas y juegos de mesa. Para 2008, se conformó un área que trataba los temas de educación financiera y que tuviesen relación con la comunidad. También se iniciaron acciones para poder llegar a las escuelas, como el programa El Banco Central va a la Escuela, con la intención de llegar a las escuelas primarias y secundarias, con una acción diseñada desde el Banco Central. Lo anterior se llevó a cabo mediante talleres de 60 o 90 minutos, con el fin de conocer los efectos que se pueden generar en las personas que se capacitan. Ya en 2010 y 2013 se organizaron capacitaciones para docentes que incorporaran la educación financiera.

También, en 2011 se implementó la feria llamada “Tecnópolis”, en la cual personas de todas las edades se convirtieron en protagonistas de un recorrido de aprendizaje a través de diferentes espacios, donde pudieron probar cuánto sabían sobre los beneficios de estar dentro del sistema financiero y descubrir todo lo que se puede hacer en el mundo de la bancarización. Para 2015 se realizó una capacitación virtual a docentes de todo el país. Estas experiencias hicieron aprender tanto a los participantes como a los que realizaron las actividades educativas. En 2016 se implementó un programa de ahorro en conjunto con el BCRA y el Banco Nacional del Ahorro (BNA) para menores de edad. También se impartió un taller sobre el ahorro que permitió que todo adolescente pudiera abrir una cuenta bancaria en los bancos comerciales. Lo anterior permitió que comprendieran la dinámica de los créditos, del ahorro y en general la forma de transaccionar una cuenta bancaria.

Para 2019, se realizó una extensión de las actividades a sectores vulnerables, como jóvenes deportistas, personas que buscan empleo, inmigrantes y personas con discapacidad. Se trataba de talleres de 90 minutos de duración con diferentes organismos y bancos públicos. Asimismo, se implementaron capacitaciones con perspectiva de género y diversidad.

En la segunda sesión se expuso la experiencia entre inclusión y educación financiera en El Salvador. Se mencionó que en 2019 se creó el Consejo Nacional de Inclusión y Educación Financiera mediante un decreto ejecutivo; dicho consejo es coordinado por el Banco Central de Reserva en su función de ejecutar y velar por las políticas públicas del sector financiero. Está conformado por diez instituciones, entre las que se encuentran el Banco de Fomento Agropecuario, el Instituto de Garantía del Depósito, la Superintendencia del Sistema Financiero, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, el Banco Hipotecario, CONAMYPE, BANDESAL y el Ministerio de Economía. El consejo busca ser una instancia de coordinación para la implementación de la Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF) y la Estrategia Nacional de Educación Financiera (ENEF) en El Salvador. Entre sus principales funciones, tiene proponer al Presidente de la República, para su aprobación, la PNIF y la ENEF. También vela por su implementación, establece las metas de inclusión y educación financiera y aprueba el Plan de Acción a ser desarrollado en el marco de la PNIF y el ENEF. Del mismo modo define mecanismos para compartir información referente a inclusión y educación financiera. Por otro lado, aprueba el plan de comunicación de los logros alcanzados a través de la PNIF y el ENEF, y suscribe convenios con instituciones del Órgano Ejecutivo e instituciones autónomas, así como otras funciones que sean necesarias para su ejecución.

Es así que el 15 de marzo del 2021 se aprueba la PNIF, con plazo hasta 2024, que es un esfuerzo coordinado por el Consejo Nacional de Inclusión y Educación Financiera, y elaborada con el apoyo de organismos internacionales. Esta política incorpora el concepto de inclusión financiera, que se define como el acceso y uso de una amplia y diversa gama de productos y servicios financieros responsables, sustentables y de calidad, tanto por personas naturales como para empresas. Dentro de los segmentos prioritarios se encuentran la micro y pequeña empresa, la población de menores ingresos y las mujeres, que son un segmento transversal, por lo que se desarrollan acciones enfocadas a la inclusión financiera de estos sectores vulnerables.

Su objetivo es “definir directrices generales para promover un sistema financiero inclusivo, en el cual las personas de menores ingresos, las mujeres, las micro y pequeñas empresas, puedan acceder y usar los productos y servicios financieros en mejores condiciones de seguridad, eficacia y transparencia. Para lo cual, se vuelve importante fortalecer las capacidades de conocimiento y empoderamiento del consumidor financiero". Como visión se tiene que: “Toda persona y empresa en El Salvador sea partícipe de los beneficios que brinda un sistema financiero sólido, incluyente, transparente y moderno, que responda a sus necesidades financieras a través de la oferta responsable y sostenible de una gama de productos y servicios financieros adecuados, asequibles y seguros” para la población.

La política cuenta con diferentes componentes, como los nuevos productos y modelos de negocio, la digitalización e innovación financiera, el financiamiento de la MYPE y el empoderamiento del consumidor. Como medidas transversales se tiene la infraestructura financiera, identidad y conectividad, la recolección de datos y la medición de la inclusión financiera. Otro aspecto relevante es que debe existir un marco de regulación y de supervisión. Cabe la pena mencionar que se tiene el compromiso y coordinación entre los sectores públicos y privados para realizarlo.

La tercera sesión del día se centró en el Programa de Educación Económica y Financiera del Banco Central del Uruguay, llamado BCUEduca. Se mencionó que, en los primeros años de la educación financiera por parte de los bancos centrales, el énfasis estaba puesto en la transmisión de conocimiento de conceptos financieros y económicos básicos como la inflación, el tipo de interés o la diversidad del riesgo. Lo anterior con el objetivo de que las poblaciones comprendieran las acciones de política monetaria y económica que los bancos llevaban a cabo. Actualmente, los esfuerzos se concentran, además, en que la población desarrolle habilidades, actitudes y competencias económicas y financieras, para que se tomen mejores decisiones económicas que los lleven a alcanzar bienestar y salud financiera, entendiendo esta como la medida en la que una persona puede gestionar sin problemas sus obligaciones financieras actuales y sentir seguridad en el futuro financiero. Con estas decisiones más acertadas se contribuye al cumplimiento de objetivos más amplios a nivel país, como el buen funcionamiento de los sistemas financieros, la estabilidad financiera y la reducción de la desigualdad y la pobreza.

El programa cuenta con 12 años de experiencia. Inicialmente se pensó en cómo desarrollar las habilidades, conocimientos y competencias para las personas, por lo que fue necesario contar con una metodología educativa con una implicación personal, es decir, las estrategias educativas utilizadas deben estar centradas en la persona, para que puedan aplicarlo a su vida diaria. Por lo tanto, la creatividad y la innovación juegan un papel fundamental en la entrega de contenidos mediante un lenguaje simple y útil. Para ello, se ha segmentado a la población por tipo de público objetivo, tales como, niñas, niños y jóvenes, maestros y profesores, periodistas, familias, personas privadas de la libertad, emprendedores y sindicatos.

En el caso de los niños, niñas y jóvenes se organizó una Feria Interactiva de Economía y Finanzas. Para los docentes, se elaboró una guía con conceptos básicos, como dinero y comercio, indicadores macroeconómicos, ingresos y mercado laboral, compra de bienes y servicios y ahorro, crédito y sistema financiero. Todo lo anterior en un formato amigable y comprensible con actividades para llevar a cabo dentro del aula. Adicionalmente, se realizó un programa de capacitación inicial a docentes para facilitar la transmisión de conocimientos en formato presencial. Posteriormente, se realizó en formato virtual con una muy buena aceptación por parte de los docentes.

Uno de los talleres realizados fue para personas que lideran microemprendimientos. Se diseñó con base en una metodología dinámica y sencilla donde se tuvo una amplia participación. Otro de los talleres fue un piloto para personas privadas de la libertad, con el objetivo de contribuir a la reinserción social, fortaleciendo las habilidades técnicas (financieras y de emprendimiento) y blandas. Lo anterior con el fin de facilitar el desarrollo de sus actividades productivas. El 100% de los participantes dijo que el taller fue útil y el 75% implemento alguna de las herramientas entregadas en el curso en su ambiente personal, laboral o familiar.

 

Día 3

La primera sesión estuvo dedicada a la educación económico-financiera y sus programas en el Banco de México. Se explicó que dentro de la Dirección de Educación Financiera se cuenta con tres grandes ramas, donde la primera tiene que ver con educación económico-financiera, que busca empoderar a las personas como agentes económicos para alcanzar una mejor calidad de vida. La segunda se enfoca en el Museo Banco de México, con el que se pretende acercarse más a la sociedad con un ambiente lúdico y de comunicación. Finalmente, la tercera rama consiste en hablar sobre el fomento cultural, donde se colabora con distintos museos.

Existen distintos programas en la educación económica y financiera orientados hacia niños, docentes y el público en general. Del mismo modo se cuenta con algunos certámenes y concursos que se han implementado desde hace varios años. Se cree que la educación debe tener una visión económico-financiera, por lo que se enfocan en un cúmulo de conocimientos, comportamientos y actitudes financieras a desarrollar. También se habló de competencia ¿económica, y se espera que dará un empoderamiento para la toma de decisiones a las personas, vistas como agentes económicos, en las distintas fases de su vida. Con ello, la educación financiera se relaciona también con la inclusión financiera, y contribuye al crecimiento económico y al bienestar. Lo anterior dota a las personas y empresas de herramientas para mejorar el manejo de su liquidez, prepararse y superar alguna emergencia económica, alcanzar metas financieras y aprovechar oportunidades, así como para tener mayor control sobre sus finanzas; es decir, a lograr una mejor salud financiera.

La oferta educativa se encuentra dividida en 4 grandes bloques, que son educación formal, educación informal, actividades y experiencias educativas de divulgación y centros de formación. Dentro de la educación formal, el Banco de México cuenta con dos programas, por un lado, se tiene el curso El Dinero en México, enfocado a estudiantes de primaria con una duración de 20 horas, para el que se elaboraron guías para estudiantes y docentes. El curso se ha implementado en distintas escuelas con el apoyo de autoridades educativas y se ha podido atender a una gran cantidad de personas. Por otro lado, para estudiantes universitarios se tiene la asignatura Banco de México, y se inició como un programa curricular en el que personal especializado de las diferentes áreas del Banco imparte temas asociados con la banca central. Este curso se imparte una vez al año desde 2015.

En cuanto a la parte informal se tiene la Cátedra Banco de México para estudiantes y personal de universidad. También se tienen seminarios para audiencias específicas y especializadas, pláticas para estudiantes de bachillerato y universidad y talleres para el público en general. Asimismo, se tiene el Taller de Finanzas Personales, la Biblioteca del Banco de México y cursos en e-learning a disposición del público en general desde cualquier país. Dentro de las actividades y experiencias educativas de divulgación se tiene el sitio web interactivo y app Mi Banxico, la Fábrica de Billetes en Kidzania, el MIDE y el Museo del Banco de México. En cuanto a las experiencias educativas se tiene el Premio Contacto Banxico, Premio Reto Banxico y Enlaces Universitarios Banxico. Además, se han fomentado las redes sociales, generando una amplia presencia en Twitter, Facebook y YouTube. Finalmente, se tiene vinculación con otros organismos y entidades internacionales, así como acuerdos bilaterales. Lo anterior ha generado una colaboración intensa, tanto en materiales como en formación, y se ha avanzado en temas de medición y en comunidades indígenas. Por otro lado, se tiene también trabajo con la población mexicana en el extranjero.

La segunda sesión analizó la educación económico-financiera con un enfoque digital. Se mencionó que todas las personas somos agentes económicos y las decisiones que tomamos impactan al resto de los agentes. Se dijo que siempre se busca una interacción tanto en productos presenciales como digitales. Dentro de los productos digitales se tiene el Portal Banxico Educa donde se encuentran temas como “yo y el dinero”, “yo y la economía”, “Yo y el Banco de México”. Dichos productos se pueden utilizar para estudiar finanzas personales, cómo hacer presupuestos, una explicación de qué son los seguros, entre otros temas. La navegación se realiza en un portal amigable y entendible para el público en general. El Portal Banxico Educa cuenta con sus propias redes sociales, y algunas campañas de billetes y monedas se realizan mediante dicho portal.

A raíz de la pandemia de COVID-19, las redes sociales han permitido al Banco de México llevar a cabo eventos a nivel nacional e internacional. Se considera que dichas actividades han sido bastante exitosas y han tenido la ayuda de la oficina de comunicación del Banco. Banxico Forma es la plataforma de e-learning abierta al público general, y en ella se encuentran diversos programas como: atrapado en el Museo del Dinero, Banxico en corto, Toma de decisiones y Banxico para ti y tu familia.

Uno de los retos a los que se han enfrentado a raíz de la pandemia es el cambio de formato de presencial a digital, lo cual incide en los materiales presentados, como por ejemplo la descarga de libros de manera remota, o la evaluación de sus contenidos de manera virtual. Es así como se inicia con cuentacuentos, podcasts y chatrooms con el fin de que los alumnos mantuvieran el interés de participar. Asimismo, se permitió que los contenidos fueran híbridos, dependiendo de la decisión del docente. Por lo tanto, en adelante los contenidos serán facilitados por los docentes, quienes desde la página oficial de Banxico Educa seleccionarán la ruta de aprendizaje más afín a sus necesidades.

La tercera sesión del día contó con la experiencia en programas para el impulso de la educación financiera en Chile, donde se compartieron las experiencias y avances en sus programas. En 2014 se creó la Comisión Asesora Presidencial para la Inclusión Financiera, con miembros del sector público y privado, liderada por el Ministerio de Hacienda, donde el Banco Central ejerció el rol de asesor permanente. Su trabajo culmina en el 2018 con el lanzamiento y publicación de la Estrategia Nacional de Educación Financiera (ENEF), en la cual el Banco Central participó activamente. Con respecto a los avances, en el año 2018 se modificó la Ley General de Educación, para incorporar en el nivel de enseñanza media (o secundaria) contenidos de educación financiera, y en este cambio se incluyen dos asignaturas optativas, una es Economía y Sociedad y la otra Formación Ciudadana. Dichas asignaturas abordan temáticas relacionadas con los ámbitos económicos y financieros, así como la enseñanza de distintos conceptos de los programas de educación financiera.

Entre los desafíos se encuentra la prueba PISA, que es una medición que realiza la OCDE en lenguaje, matemáticas y que también incorpora módulos de educación financiera, para medir las competencias y las habilidades que tienen los estudiantes con respecto a estas materias. Un tercio del total de los alumnos que llevan a cabo la PISA declaran haber aprendido temas de educación financiera en el contexto escolar.

Respecto al programa de educación financiera del Banco Central de Chile, se tiene como objetivo que los alumnos puedan tomar decisiones económicas y financieras informadas, desarrollar prácticas financieras saludables, comprender el rol y funciones del Banco Central de Chile, así como explicarles de manera didáctica conceptos y procesos económicos para que puedan adquirir conocimientos y habilidades que les permitan manejarse en contextos financieros, administrando efectivamente sus recursos. Entre las principales iniciativas se encuentra el Concurso “Economía + Cerca” y está dirigido a escolares de enseñanza media (en dos categorías). El concurso se realiza desde el año 2005 a nivel nacional, y han participado más de 17 mil escolares con trabajos escritos y videos. En la versión 2021 se recibieron un total de 214 videos de colegios de distintas regiones del país.

También, se ha realizado un Curso Online para Docentes en conjunto con el Instituto Milenio (MIPP) de la Universidad de Chile. El formato online se ajustó perfectamente y fue muy útil durante la pandemia. Asimismo, se realizaron otras nuevas iniciativas durante este periodo, tales como talleres online para escolares, Finanzas para Todos, que está dirigido a público en general, y charlas sobre el crédito, uso responsable de tarjetas de crédito, inflación, el quehacer del Banco Central y el sistema financiero, entre otras.

La cuarta sesión habló de la educación económico financiera, programas y objetivos en el Banco Central de Paraguay (BCP), donde se trabaja en temas de educación financiera desde 2009. En 2013 se creó el departamento de inclusión financiera y dentro del mismo se posicionó el área de educación financiera. Uno de sus logros fue la incorporación de la materia económica y financiera dentro del currículo nacional, tiene una carga de 2 horas semanales y a partir de 2015 es una materia obligatoria que se imparte en el tercer año de la educación media. Para 2014, se conformó el equipo interinstitucional que trabaja en la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera como parte primordial del proceso y se estableció mediante un decreto.

Dentro del banco central se establecen objetivos estratégicos bianualmente, donde la educación financiera es una componente muy importante. En particular, se busca apoyar al desarrollo de capacidades financieras de las personas por medio de la innovación y la capacitación. Además, se busca promover el acceso y uso de las personas a los servicios financieros. Para ello, se preparan y distribuyen materiales didácticos con formato digital que apoyen al desarrollo de capacidades financieras, con énfasis en la sostenibilidad del balance de las familias, y se publican recomendaciones y sugerencias en formato digital que concienticen sobre la igualdad de género, a través de medios de comunicación del BCP.

Dentro de la página web se cuenta con una sección para la inclusión financiera, donde se pueden publicar indicadores y diferentes modos de lograr los objetivos estratégicos bianuales. En este contexto, se tiene un ritmo muy dinámico de cambio, particularmente para la inclusión de la mujer. Así mismo se trata de llegar al público enseñando los nuevos servicios financieros que existen, y otros que son más conocidos como lo es la historia del dinero en Paraguay, la utilización del cheque, crédito, presupuesto y también temas económicos, tales como los ciclos económicos, la inflación y la estabilidad de precios. En general, es una experiencia muy enriquecedora con el público.

Con respecto a los contenidos de materiales, se hizo una división entre el público en general y los docentes. Para estos últimos, el desafío fue lograr un material que se utilizara dentro del aula, con temas como qué es el sistema de pagos, cómo utilizar la cooperativa, cómo actúan los corresponsales no bancarios y cuestiones como presupuesto y ahorro. También se realiza un concurso de Banca Central que puede ser con videos, música o presentación y se otorgan premiaciones con una cuenta de ahorro.

Se cuenta también con una Feria de Educación Financiera donde se reciben jóvenes de todo el país en el banco central, y esta actividad se desarrolla con colaboradores internos y externos. También se tienen actividades donde se muestran las medidas de seguridad de los billetes, a qué se dedica el banco central, los nuevos servicios financieros, entre otros. Además, entre los objetivos del banco central se está trabajando el tema de la inclusión financiera de la mujer, mediante cursos y charlas. Asimismo, se ha publicado una guía para emprendedoras, y del mismo modo se tiene un calendario donde semanalmente se generan anuncios que presentan datos estadísticos de la participación de la mujer dentro del sistema financiero.